El correo semanal del papa ¿Cómo se organiza?

En un inmenso almacén de los Correos italianos, entre decenas de cajas amarillas alineadas, se apila un montón de sobres dirigidos al Vaticano.

Iglesia y Comunidad28 de julio de 2025RedacciónRedacción
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  • Se reciben cientos de cartas al día dirigidas al papa, con picos de hasta 100 kilos diarios.
  • En la era digital, muchas personas siguen usando la pluma para escribirle al papa.
  • Los trabajadores de la empresa de correos italiana se sienten sorprendidos al constatar que el flujo no disminuye desde la elección de Robert Francis Prevost.

 

Sobres, regalos, peluches, son -apenas- una pequeña parte de la media tonelada de correspondencia que recibe cada semana el papa León XIV.

Todo se recibe en la zona técnica del aeropuerto internacional Fiumicino de Roma, donde se clasifica cada día el correo enviado por los fieles desde los cuatro rincones del mundo al jefe de la Iglesia católica, con la mención "Sua Santità Papa Leone XIV, 00120 Città del Vaticano".

Las cartas del día llegan desde Hong Kong, Camerún, Brasil, Estados Unidos o incluso desde el Principado de Andorra. Pueden llegar de cualquier lugar del mundo. 

Se reciben cientos de cartas al día dirigidas al papa, con picos de hasta 100 kilos diarios, lo que representa un promedio de entre 500 y 550 kilos por semana. Hay cartas escritas por niños, postales, y se puede constatar que, en la era digital, muchas personas siguen usando la pluma para escribirle al papa. 

Una vez clasificado, por máquinas automatizadas compuestas por cintas transportadoras y lectores ópticos, o a mano si es necesario —lo que permite que incluso una dirección aproximada llegue a destino—, el correo es recogido por una furgoneta que lo entrega ese mismo día en el Vaticano, a unos veinte kilómetros.

América del Sur

En plena temporada de verano, la empresa de correos italiana se declara sorprendida al constatar que el flujo no disminuye desde la elección de Robert Francis Prevost, el 8 de mayo, aún bastante desconocido para el gran público. No obstante sigue lejos de los picos históricos, como los registrados durante la hospitalización del papa Francisco el pasado invierno. 

En el Vaticano los miles de peregrinos y turistas de paso por Roma también pueden escribir al sumo pontífice, sin siquiera necesidad de franqueo: basta con depositar la carta en una oficina de correos vaticana, donde es recogida cuatro veces al día para ser llevada al Palacio Apostólico.

Curiosamente muchos de los que depositan estas cartas vienen de América del Sur o de Asia y suelen escribir -sobre todo- para pedir una oración por una persona enferma o un ser querido.

Detrás de los muros del Estado más pequeño del mundo, todo este correo es centralizado y clasificado por la Secretaría de Estado, pieza clave de la administración central de la Santa Sede, que se encarga de realizar los controles habituales y de entregar las cartas a la secretaría del papa. 

Los remitentes que indicaron su dirección pueden esperar una respuesta. El papa Francisco, conocido por su cercanía con los fieles, a veces respondía personalmente, mediante notas manuscritas que su secretario particular escaneaba y enviaba por correo electrónico. 

 FUENTE: AFP / Vatican News

 

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