La energía solar comunitaria, alternativa para los apagones en el Caribe

La ciudad de Adjuntas, de 20,000 habitantes ha puesto en marcha un programa comunitario para promover la independencia energética.

Medio ambiente05 de agosto de 2025RedacciónRedacción
  • Cuando llueve o hace viento se va la luz y los  los apagones se han convertido en algo tremendamente cotidiano.
  • Con el programa comunitario para promover la independencia energética, esperan que la ausencia de energía acabe pronto.
  • La red eléctrica se privatizó en junio de 2021 pero hasta ahora no ha resuelto el problema de los perennes apagones.

Adjuntas está situada en el centro de la isla. Sus habitantes siempre deben tener velas a mano por si se va la luz, algo frecuente en la isla caribeña. Pero con la instalación de paneles solares y el programa comunitario para promover la independencia energética, esperan que la ausencia de energía -una auténtica pesadilla para los lugareños-, acabe pronto.

En Adjuntas, cuando llueve mucho o cuando hace un poco de viento se va la luz y los  los apagones se han convertido en algo tremendamente cotidiano.

El devastador huracán María de 2017 que destruyó infraestructuras, entre estas la red eléctrica dejando sin luz a partes de la isla durante cerca de un año, no hizo más que agravar el problema.

La red eléctrica se privatizó en junio de 2021 en un aparente esfuerzo por resolver el problema de los perennes apagones. Pero los cortes persisten: el año pasado, Puerto Rico experimentó apagones masivos en abril y también en víspera de Año Nuevo.

Una luz en el huracán  

Al igual que en el resto de la isla, Adjuntas quedó a oscuras cuando pasó el María, pero en la plaza principal de la ciudad una casa rosa de la década de 1920 fue un faro de luz. Era Casa Pueblo, el núcleo de una organización comunitaria sin fines de lucro centrada en la protección del medioambiente y el apoyo a la comunidad, que se convirtió en un refugio tras la tormenta gracias a sus paneles solares.

Ahí, los habitantes cargaban sus dispositivos electrónicos y podían conectar equipos médicos como máquinas de oxígeno. Las torres de las empresas de celulares y las líneas eléctricas fueron destruidas, pero la estación de radio comunitaria de Casa Pueblo siguió funcionando, convirtiéndose en una fuente vital de información en la ciudad montañosa.

Casa Pueblo nació en 1980 por iniciativa de un grupo de ciudadanos para acabar con la minería a cielo abierto en la región. Tras el éxito logrado, la organización floreció hasta convertirse en un modelo de independencia energética desde la comunidad, en una isla frecuentemente azotada por crisis económicas y desastres naturales.

No solo se trata entonces de luz, sino de una transformación,  una transición ecosocial justa, y eso significa que la infraestructura energética esté en manos de la gente.

Inicio del cambio

Casa Pueblo ha propiciado que poblaciones vulnerables tengan control sobre su propia energía y ha distribuido lámparas y refrigeradores solares, especialmente en comunidades rurales. 

Con más de 400 proyectos en total, ha ayudado a instalar paneles solares en casi 300 hogares y también en empresas y las iniciativas se financian principalmente con donaciones locales y filantropía. Sus microrredes, un sistema de energía localizado, están interconectadas y son autosuficientes. Y el excedente de energía lo venden.

Eso es particularmente importante ya que la electricidad en la isla cuesta el doble que en la parte continental de Estados Unidos, según datos de la Administración de Información de Energía estadounidense.

Según el gobierno, cerca del 10% de los hogares puertorriqueños tienen actualmente paneles solares, aunque ese número incluye solo estructuras con acuerdos de medición. Muchas más viviendas con paneles no participan en ese programa o funcionan fuera de la red.

Sergio Rivera Rodríguez forma parte de un equipo de investigadores académicos que estudian el impacto en la salud pública de la seguridad energética en poblaciones como las de Adjuntas.

El modelo Casa Pueblo podría ser exitoso en otros lugares y este esfuerzo colectivo está marcando la diferencia; por supuesto, es solo un municipio, dice, aunque son conscientes que llos cambios estructurales llevan años.

FUENTE: AFP

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