Abuelas de Mayo hallan al nieto 140

Abuelas de Plaza de Mayo anunció el hallazgo del nieto 140 y reclamó más apoyo del Estado para encontrar a unos 300 que aún restan ser identificados.

Actualidad09 de julio de 2025RedacciónRedacción
  • Se anunció el hallazgo del nieto 140. Abuelas reclamó más apoyo del Estado para encontrar a unos 300 que aún restan ser identificados
  • A su turno, Carlotto, de 94 años, presidente de Abuelas -línea fundadora- dijo estar feliz por el hallazgo y lamentó la política de Javier Milei con sus recortes de presupuesto.
  • El Banco Nacional de Datos Genéticos fue creado en 1987 por impulso de las Abuelas de Plaza de Mayo y es clave para la restitución de las personas robadas.

La organización Abuelas de Plaza de Mayo, que busca a los niños apropiados durante la dictadura argentina (1976-1983) anunció el hallazgo del nieto 140 y reclamó más apoyo del Estado para encontrar a unos 300 que aún restan ser identificados. 

"Confirmamos una vez más que nuestros nietos y nietas están entre nosotros y que gracias a la perseverancia y al trabajo constante de estos 47 años de lucha, seguirán apareciendo, pero la búsqueda no puede ser en soledad", dijo la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, en conferencia de prensa. Junto a Carlotto se presentó Adriana Metz Romero, hermana mayor del nieto recuperado, de quien reveló que vive en Buenos Aires y tiene 48 años. 

Ambos son hijos del matrimonio que conformaban Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, secuestrados de la casa familiar el 16 de diciembre de 1976 en Cutral-Có, provincia de Neuquén -1,400 km al sur de Buenos Aires- y que siguen desaparecidos.

Adriana, entonces de un año, quedó al resguardo de vecinos hasta que fue recogida por sus abuelos paternos. Graciela tenía 24 años y cursaba el quinto mes de embarazo al momento de su secuestro. Testigos dieron datos sobre su tortura en dos centros clandestinos de detención, primero en Neuquén y luego en Bahía Blanca, al sur de Buenos Aires, donde dio a luz a un varón el 17 de abril de 1977.

"Ahora ya sé adónde está mi hermano. De acá en más es todo ganado para la familia Metz Romero", dijo Adriana, que llamó a "seguir en la búsqueda colectiva por los 300 que nos faltan a todos".

A su turno, Carlotto, de 94 años, dijo estar feliz por el hallazgo y lamentó la política del presidente ultraliberal Javier Milei, que con sus recortes de presupuesto ahoga financieramente a organismos como el Banco Nacional de Datos Genéticos, cuyas muestras de ADN permitieron la identificación de este nuevo caso: "No hay dinero para nada, no nos dan un centavo y no creo que lo vayan a dar, ojalá me equivoque, pero ya sabemos con quién estamos", dijo en alusión a Milei.

El anterior hallazgo había ocurrido en enero y se trató de la hija de una mujer de 25 años secuestrada en 1977 en Buenos Aires cuando estaba embarazada de 6 o 7 meses, que dio a luz durante su cautiverio y sigue desaparecida. En diciembre de 2024 se había comunicado el hallazgo del nieto 138, y el 137 en septiembre en el marco de una campaña de Abuelas de permanente búsqueda. 

Derecho a la identidad

La restitución fue posible gracias a los datos aportados por una denuncia anónima, informó la organización. "Luego se resolvió convocarlo para saber si accedía al examen de ADN, accedió y se supo que es mi hermano", relató Metz Romero. Si bien los detalles se mantienen en reserva relató que tuvieron un primer contacto por videollamada y que resta conocerse personalmente.

"Fue el mismo Estado, a través del terrorismo de Estado, que facilitó la apropiación de estos niños, por eso tiene que facilitar ahora la búsqueda", dijo al llamar a proteger al Banco Nacional de Datos Genéticos. "Estas 300 personas que falta encontrar forman parte de nuestra sociedad y deben poder hacer uso de su derecho a la identidad", agregó.

A

El Banco Nacional de Datos Genéticos fue creado en 1987 por impulso de las Abuelas de Plaza de Mayo y funciona desde entonces como ente independiente. Desde que asumió la presidencia en diciembre de 2023, Milei ha propiciado varias medidas contra lo que ha definido como "el curro (robo) de los derechos humanos".

Entre otras, degradó a subsecretaría la Secretaría de Derechos Humanos y anunció el recorte del 30% de su personal. También eliminó por decreto la unidad especial de investigación sobre niños desaparecidos en la dictadura, adscrita a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi).

Una vez más estas búsquedas y estos hallazgos extraordinarios, refuerzan la relevancia de la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo, que combina memoria, verdad y justicia. En un contexto de negacionismo por parte de algunos sectores políticos en Argentina, como críticas al trabajo de organismos de derechos humanos, la aparición del nieto 140 reafirma la importancia de las políticas de memoria.

Bergoglio y Abuelas

Bergoglio mantuvo una relación personal con Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, quien fue desaparecida en 1977. Como jesuita, escondió libros de Careaga en un colegio de la orden para protegerla de la persecución por sus ideas marxistas. También autorizó que los restos de Careaga y otras Madres fueran enterrados en la Iglesia de la Santa Cruz en Buenos Aires, tras un pedido de los familiares. 

 En 2000 la posición de Bergoglio respecto a los abusos de la dictadura lo llevaron a afirmar que la Iglesia Católica argentina debía “ponerse los hábitos de la penitencia pública por los pecados cometidos durante los años de la dictadura”, durante la Guerra Sucia. Era la autocrítica que hacía el aún Papa sobre el silencio de la jerarquía eclesial ante las violaciones de derechos humanos durante la dictadura. 

En 2010, tres años antes del inicio de su papado, testificó en un juicio sobre los “bebés robados” durante la dictadura, incluyendo el caso de Elena de la Cuadra, cuya hija Ana fue arrebatada tras nacer en cautiverio. En el juicio se supo que Bergoglio proporcionó una carta en 1977 a su padre para contactar a un obispo que podría tener información sobre desaparecidos. 

Estos pocos ejemplos ponen de relieve que estamos, entonces, ante la posición de la Iglesia Católica que, siguiendo su doctrina social, abraza, defiende y promueve la defensa de los derechos humanos.

FUENTE: AFP / TELAN

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